martes, 15 de enero de 2013

Besos a ciegas


Hoy os voy a proponer un juego divertido para romper con la rutina y que os vendrá muy bien en el proceso de reaprendizaje sexual. Debes mantener el secreto hasta el momento de la acción, pero insinúale durante todo el día, que tienes una sorpresa por la noche para mantenerle en tensión sexual-
Invita a una cita a tu marido a una hora concreta y como primer paso tomareis una ducha caliente juntos. Un baño puede ser otra opción, pero no debe prolongarse mucho rato para evitar el adormecimiento que produce el agua caliente.
Una vez bien limpios, llevarás a tu pareja a un sitio cómodo como puede ser una cama, un sofá o una alfombra mullidita.
Una luz tenue de unas velas o una lámpara con una tela por encima o graduable, junto con música suave de fondo, hará el ambiente más relajado y agradable.
Las normas aquí serán las de las manos quietas. No podéis tocaros con las manos bajo ningún concepto y tú, como anfitriona,  debes velar por ello.

   
Empieza por cubrir los ojos a tu pareja con un pañuelo suave o similar. Pedirás  a tu marido que se tumbe boca abajo completamente desnudo y empezarás a acariciar con tus labios todo su cuerpo. En el cuello, los hombros, la espalda, debes mezclar caricias secas con besos húmedos y lametones. Debes seguir besando sus glúteos sus piernas y sobre todo en el interior de las piernas sin llegar a tocar sus genitales y siempre sin usar las manos.
Cuando te apetezca, le pides que se dé la vuelta y continúas con los besos por el cuello, la cara, las orejas. Guárdate la boca para el final y ahí te puedes entretener un buen rato besando sus labios, su lengua,  fundiéndote en besos apasionados y sensuales.

   
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 Tu pareja tendrá ya una importante erección pero debes hacer que la espera valga la pena
  
Puedes continuar acariciando sus pectorales y mención especial en sus pezones, tantas veces olvidados pero que provocan un gran placer al hombre. Debes besar con suavidad pero sin aspirar puesto que esa sensación no gusta al hombre. Usa la lengua húmeda y los labios. Poco a poco te deslizas hacia abajo besando su ombligo, su vientre y el interior de sus muslos. Deja para el final lo más delicioso. Besa su pene con delicadeza y usa tu lengua para volver loco a tu pareja. Introduce el pene en tu boca y practica una fellatio al tiempo que disfrutas de ello. Besa y lame los testículos con delicadeza y una parte muy placentero para el hombre que es la zona entre los testículos y el ano, incluido éste. Llévale hasta el máximo de excitación pero sin llegar al orgasmo. Es el momento de colocarte encima de él, con tu sexo en su boca y su pene en la tuya y hacer un 69 lento y delicioso que dure un buen rato.

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En este punto,  dile que ahora le toca a él, que te ponga su venda en tus ojos y túmbate de espaldas, para que  pueda besarte sin ninguna restricción pero sin usar las manos.
  
Las zonas más sensibles para la mujer son las mismas que en el hombre, con especial atención a los pechos y los pezones. Déjale que bese tu cuello, tu espalda,  tus nalgas, en el interior de las piernas. Date la vuelta y deja que te bese tu cara, tus mejillas,  tu boca húmeda. Gime con ganas cuando sientas más placer e indícale donde te gusta más. Tus pechos y los pezones serán una parada obligada donde concentrar sus esfuerzos, Seguirá en tu vientre, tu ombligo y sobre todo tu sexo, tu clítoris… deja que te lleve al máximo placer pero sin llegar al orgasmo
  
   
Pasados entre 45 minutos y una hora, termina la limitación de no usar las manos y tendréis vía libre para dar rienda suelta a vuestros deseo y juntos conseguir un orgasmo de locura. 

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