jueves, 30 de mayo de 2013

El Arte de una buena Fellatio

En este bello video podemos observar con todo lujo de detalles los secretos de una Fellatio y de todo su arte...
 

jueves, 23 de mayo de 2013

Concentrarse en el sexo



Necesito concentrarme más de lo que lo hago en la cama porque creo que así disfrutaría más. ¿Cómo lo puedo hacer?

El sexo placentero está en algún punto de la unión entre la mente y el cuerpo, donde cada aspecto del individuo interactúa para disfrutar de una experiencia física y emocional maravillosa. Si la mente no está centrada en la experiencia sexual, perdemos la concentración en las señales eróticas que nos llegan a través de nuestros sentidos. Mente y cuerpo deben crear una buena sinergia para que alcemos el máximo placer sexual. Si la mente se distrae y divaga con otras actividades que no estén relacionadas en lo que sucede en la relación sexual, podemos perder la excitación, e incluso llegar a no sentir nada cuando practicamos el sexo. El cerebro es el mayor órgano sexual que poseemos y si no está concentrado en los estímulos eróticos que recibimos o damos a nuestra pareja, es posible que las caricias nos resulten indiferentes sexualmente.
En este sentido, entiendo lo que me cuentas en tu consulta: si cuando practicas sexo ocupas tu mente con otras cosas que no están relacionadas con el placer erótico, pierdes mucha de tu capacidad para la excitación sexual. Mente y cuerpo están totalmente relacionados y tiene que haber una buena simbiosis entre ellos para gozar. La mente es capaz de llevarte a las cotas más altas de placer, pero también puede arruinar tu excitación sexual. El poder de la mente para imaginar, fantasear y visualizar sexualmente es enorme. Podemos excitarnos sin que nadie nos roce, pero también podemos permanecer totalmente fríos ante cualquier caricia sexual si nuestra mente no presta atención a estos estímulos.
Sin prisas

La atención concentrada en el “aquí” y el “ahora” es fundamental para la satisfacción sexual. Abandonarnos al placer y a las sensaciones que nos proporcionan los besos, abrazos y caricias de nuestra pareja es una de las reglas de oro del placer sexual.
Te sugiero dedicar tiempo a explorar el cuerpo de tu amante y estimular sus zonas erógenas, para luego alternar los roles y recibir las caricias de tu pareja. El masaje erótico de “dar y recibir placer” concentrándote en las caricias que das y en las que recibes aumentará tu placer sexual.
Para ir trabajando tu capacidad de concentración sexual te propongo los siguientes juegos sexuales. Tu aprendizaje puede empezar aumentando la concentración en tus cinco sentidos. Para ello vais a realizar ejercicios de “focalización sensorial” en pareja. Por turnos daréis un masaje a vuestra pareja utilizando las manos, boca, lengua, vibrador...o cualquier aparato de masaje que encontréis atractivo y placentero. Empieza pidiendo a tu pareja que tape tus ojos con un pañuelo y te haga un masaje por todo el cuerpo con un buen aceite corporal de cosmética erótica. Empezad el masaje por todo el cuerpo excluyendo los genitales. ¡No os preocupéis, los incluiremos más tarde! Esto hará que vuestro deseo se desboque mucho más. Las caricias que se hacen esperar, son las más deseadas. El placer se cuece a fuego lento, sin prisas.
 
Debes concentrarte en las zonas corporales que él te estimule e intentar transmitirle físicamente las sensaciones que te producen sus caricias. Puede que sientas cosquilleo, calor o frío, en la piel…que los pelos se te ericen…que tus pezones se pongan erectos…etc.  Dile con palabras cada sensación que sientas, cada gemido que sea en voz alta, ya que el hecho de verbalizar tus sensaciones hará que tu mente no se distraiga de lo que estás haciendo y te concentres plenamente en sentir placer.
 

Te voy a poner un ejemplo práctico: me estas poniendo los pezones duros, lame ahí en el cuello que me ha gustado, vuelve a meter la lengua en mi boca eso me excita, bésame ahí al lado otra vez, me has erizado el vello y me ha dado un escalofrío de placer, ohhhh que gusto me das ahí, metete la teta en mi boca, lame  en la ingle que me excita, ahí despacito, suave, párate ahí y chúpame el clítoris, lame el culo cariño, lo estoy disfrutando mucho, hazme lo que quieras, me excitas así etc..
 Podéis utilizar la boca, un hielo, chocolate corporal…, puede lamerte y recorrer con su lengua tu piel. ¡Sed creativos! Cuando en el masaje hayas alcanzado un nivel alto de excitación, pídele que acaricie tus genitales. Los acercamientos indirectos al clítoris causan mucho placer: roces con los dedos, golpecitos inocentes….
Intenta concentrarte en tu respiración para que acompañe a tu placer y cuando él sienta que se vuelve más agitada por la excitación, puede empezar a acariciar tu clítoris con movimientos lentos. Tú debes de guiarle para que te lleve hasta el orgasmo pero sin pensar en él, sino seguir verbalizando lo que sientes y como te va viniendo.
Ohhh, me gusta que me hagas eso, me va a venir muy grande, lo siento crecer, me da mucho placer y no voy a poder aguantarme, sigue asiiiiiiiiiiiii, ohhhh lo siento, que gusto, es grandeeeeeeeeee te quiero amor mío….
 Después harás lo mismo para él.

Es importante que erotices tu mente, trabaja la visualización y confecciona historias sexuales y fantasías. De esta forma te concentrarás en temas eróticos que te excitarán y evitarás distraerte con asuntos que no tengan que ver con la sexualidad. Crea tu propio material erótico para que tu mente se concentre en las historias que más te excitan. ¡Suerte y disfruta mucho!