jueves, 24 de enero de 2013

Probamos el Vibrador Mini Conejito Rampante


Hoy hemos probado una auténtica maravilla para usar bajo el agua de la ducha, en la bañera o simplemente en la cama o sofá preferido


El mini conejito rampante es un vibrador de alta tecnología fabricado en suave GELATINA con múltiples capacidades de utilización. Es resistente al agua, con lo cual puedes usarlo también en la ducha. Debido a su tamaño, es ideal para utilizar tanto en penetraciones vaginales como anales. Incorpora un vibrador con control electrónico tanto de velocidad como de oscilación y rotación.

Diferentes posibilidades de utilización: Velocidad baja, media, alta, en combinación con las perlas giratorias internas que te harán enloquecer de placer.

Como novedad, la parte superior del vibrador oscila sobre si misma, consiguiendo un auténtica sensación de penetración real.

Además también incorpora otro vibrador específicamente indicado para estimular el clítoris mediante un diseño que simula una suave lengua.

- Funciona con 3 pilas LR03/AAA.

- Medidas (solo vibrador): 12 cm. x 3 cm.

Lo probamos:
Nos disponemos a probar el mini conejito rampante y lo primero que puedo observar es que no es tan mini como su nombre indica tienes 12 cm para poder penetrar y un grueso de 3 cm más que suficientes para estimular todas las zonas sensibles.

 He preparado un lubricante a base de silicona puesto que lo voy a probar en la bañera y con los de base acuosa no funcionan bajo el agua.


Preparo el lubricante y lo distribuyo suavemente por los labios vaginales, el clítoris y la entrada de la vagina. la sensación de la silicona es estupenda y se siente una agradable sensación de suavidad. me sumerjo en la bañera y impregno todo el largo del conejito rampante de lubricante antes de sumergirlo en el agua.
Empiezo con la velocidad baja y ya de entrada se intuye que el juguetito va a dar mucho de sí. Sus diferentes zonas de vibración se van apoderando de la zona proporcionando oleadas de placer por donde quiera que lo deslices. se apetece introducirlo bien adentro y su cabezal oscilante da una sensación de penetración de un pene real. Y a todo esto las orejitas del conejo acarician con suavidad como si de un cunnilingus se tratara, la zona del clítoris proporcionando un gran placer. El agua caliente relaja el cuerpo y se puede estar disfrutando durante un buen rato. A medida que se va sintiendo más placer apetece aumentar la potencia y en eso tampoco defrauda el rampante que incluso bajo el agua proporciona todo su poder vibratorio a la zona genital. En su máxima potencia desata todo su poder y te hace enloquecer hasta llegar a un orgasmo intenso y largamente esperado.

En la zona anal también es muy efectivo y su tamaño permite una penetración completa y placentera que te hará vivir sensaciones únicas.
Se trata pues de un buen juguete para usar en la bañera o en la ducha que os proporcionará muchos y excelentes ratos de placer.

Valoración: 8,5 sobre 10

miércoles, 23 de enero de 2013

El sexo beneficia seriamente la salud

Te ofrecemos el resultado de los más recientes estudios sobre la relación entre el sexo y la salud física:




Mejora la circulación, deja la piel brillante, alivia el estrés, puede quemar hasta 300 calorías en 1 hora y no cuesta nada. Podríamos estar hablando de unos 60 minutos de caminata o de pedalear en la bicicleta estática. 

Pero existe una forma más placentera de conseguir este resultado: el ejercicio sexual es uno de los deportes más saludables que existen. Tonifica los músculos, estimula la circulación, previene enfermedades del corazón y acaba con el estrés. 

Una parte de la explicación es puramente química: hacer el amor estimula el organismo a que produzca algunas sustancias muy valiosas para el mejorar el aspecto físico y el bienestar general.

La endorfina proporciona la sensación de placer, además de regular el sueño. En cuanto a la belleza de la piel y el brillo del cabello son consecuencias del aumento del nivel de estrógenos en la sangre. Por si esto fuera poco, el sexo, aparte de todo, rejuvenece. 
Sin embargo, dentro de esta buena noticia se esconde una advertencia: quien tiene relaciones esporádicas, menos de lo que le gustaría, tiene más riesgos de sufrir problemas emocionales. Dependiendo de la manera como la persona lleve su vida sexual, se pueden perder las ventajas físicas y psíquicas obtenidas al practicar el sexo.

Las relaciones casuales y sin compañero estable, según algunos especialistas consultados, aumentan la tensión y la expectativa. No es raro que las personas queden estresadas pensando si la relación volverá a tener lugar y cuándo. Es difícil controlar la ansiedad. 
La recomendación en este caso es fácil de decir, pero un poco más complicada de seguir: distraer la mente haciendo otras cosas que gasten energía o sean creativas: hacer ejercicio, estudiar y desarrollar los hobbies preferidos son algunas de las opciones. 
Volviendo a la actividad sexual, los beneficios estéticos son importantes. 
No obstante, el principal efecto del sexo no se puede ver, sino sentir. 

Tener relaciones sexuales ayuda a elevar la autoestima, más cuanto mayor sea su calidad. 
Considerarse bella y sexy es al mismo tiempo causa y consecuencia de una relación estimulante. Y si el tedio sexual ataca a la pareja, un buen antídoto es justamente propiciar un clima erótico. 
Hacer el amor ayuda a querer hacerlo más y mejor. El motivo es que los estrógenos aumentan el deseo sexual femenino.

Las glándulas suprarrenales, ubicadas sobre los riñones, vierten adrenalina en la sangre, lo que aumenta la frecuencia cardíaca y estimula la circulación. 
El corazón alcanza los 130 latidos por minuto, como en los ejercicios de intensidad media. Las arterias se dilatan y aumentan la absorción de oxígeno, lo cual previene enfermedades cardíacas. 

Los movimientos repetidos durante la relación ayudan a fortalecer el pecho, las piernas y el abdomen. Quien tiene relaciones sexuales con frecuencia fortalece sus huesos, debido al aumento del nivel de estrógenos en el organismo. Además, las células de defensa se fortalecen con el aumento de las hormonas, y así, el organismo se hace más resistente contra las infecciones.

POR TODO ESTO SE RECOMIENDA TENER RELACIONES SEXUALES UNAS TRES VECES A LA SEMANA COMO EQUIVALENTE DE UN EJERCICIO AERÓBICO COMO CORRER O IR EN BICICLETA.

No crees que es mucha más divertido y ameno?

Y tu salud te lo agradecerá

martes, 15 de enero de 2013

Lectura caliente


El juego de la lectura erótica
Este juego es muy sencillo pero muy efectivo y placentero. Ponte un camisón sin braguitas y un poco de crema Shunga en los labios y el  clítoris. Túmbate en el sofá con una luz para poder leer, y coge un relato erótico de los largos.



 Haz que tu pareja se siente en un cojín en el suelo a tu lado. Lee el relato en voz alta y notarás que te vas calentando. No hagas nada de nada, no te toques ni le digas que él lo haga.
Cuando él este muy caliente no podrá resistirse y empezará a toquetearte y dada su privilegiada posición no tardará en darte placer con su boca.

 
 Tú sigue leyendo y de paso disfruta del placer que sentirás en tu entrepierna. Solo cuando ya no puedas más y sientas el orgasmo próximo deja la lectura y entrégate a disfrutar de un gran orgasmo.


Besos a ciegas


Hoy os voy a proponer un juego divertido para romper con la rutina y que os vendrá muy bien en el proceso de reaprendizaje sexual. Debes mantener el secreto hasta el momento de la acción, pero insinúale durante todo el día, que tienes una sorpresa por la noche para mantenerle en tensión sexual-
Invita a una cita a tu marido a una hora concreta y como primer paso tomareis una ducha caliente juntos. Un baño puede ser otra opción, pero no debe prolongarse mucho rato para evitar el adormecimiento que produce el agua caliente.
Una vez bien limpios, llevarás a tu pareja a un sitio cómodo como puede ser una cama, un sofá o una alfombra mullidita.
Una luz tenue de unas velas o una lámpara con una tela por encima o graduable, junto con música suave de fondo, hará el ambiente más relajado y agradable.
Las normas aquí serán las de las manos quietas. No podéis tocaros con las manos bajo ningún concepto y tú, como anfitriona,  debes velar por ello.

   
Empieza por cubrir los ojos a tu pareja con un pañuelo suave o similar. Pedirás  a tu marido que se tumbe boca abajo completamente desnudo y empezarás a acariciar con tus labios todo su cuerpo. En el cuello, los hombros, la espalda, debes mezclar caricias secas con besos húmedos y lametones. Debes seguir besando sus glúteos sus piernas y sobre todo en el interior de las piernas sin llegar a tocar sus genitales y siempre sin usar las manos.
Cuando te apetezca, le pides que se dé la vuelta y continúas con los besos por el cuello, la cara, las orejas. Guárdate la boca para el final y ahí te puedes entretener un buen rato besando sus labios, su lengua,  fundiéndote en besos apasionados y sensuales.

   
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 Tu pareja tendrá ya una importante erección pero debes hacer que la espera valga la pena
  
Puedes continuar acariciando sus pectorales y mención especial en sus pezones, tantas veces olvidados pero que provocan un gran placer al hombre. Debes besar con suavidad pero sin aspirar puesto que esa sensación no gusta al hombre. Usa la lengua húmeda y los labios. Poco a poco te deslizas hacia abajo besando su ombligo, su vientre y el interior de sus muslos. Deja para el final lo más delicioso. Besa su pene con delicadeza y usa tu lengua para volver loco a tu pareja. Introduce el pene en tu boca y practica una fellatio al tiempo que disfrutas de ello. Besa y lame los testículos con delicadeza y una parte muy placentero para el hombre que es la zona entre los testículos y el ano, incluido éste. Llévale hasta el máximo de excitación pero sin llegar al orgasmo. Es el momento de colocarte encima de él, con tu sexo en su boca y su pene en la tuya y hacer un 69 lento y delicioso que dure un buen rato.

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En este punto,  dile que ahora le toca a él, que te ponga su venda en tus ojos y túmbate de espaldas, para que  pueda besarte sin ninguna restricción pero sin usar las manos.
  
Las zonas más sensibles para la mujer son las mismas que en el hombre, con especial atención a los pechos y los pezones. Déjale que bese tu cuello, tu espalda,  tus nalgas, en el interior de las piernas. Date la vuelta y deja que te bese tu cara, tus mejillas,  tu boca húmeda. Gime con ganas cuando sientas más placer e indícale donde te gusta más. Tus pechos y los pezones serán una parada obligada donde concentrar sus esfuerzos, Seguirá en tu vientre, tu ombligo y sobre todo tu sexo, tu clítoris… deja que te lleve al máximo placer pero sin llegar al orgasmo
  
   
Pasados entre 45 minutos y una hora, termina la limitación de no usar las manos y tendréis vía libre para dar rienda suelta a vuestros deseo y juntos conseguir un orgasmo de locura. 

Probamos el Vibrador Lelo Iris

Hoy hemos probado una de las joyas de la corona. El Vibrador Iris de Lelo.
Solo de verlo una se da cuenta de que tiene entre las manos una auténtica joya sexual.
Con la habitual elegancia que Lelo nos tiene acostumbradas el Iris viene impecablemente envasado en una caja de auténtico lujo.



IRIS es pura inspiración artística. Cualquier duda al respecto desaparece al constatar que IRIS no es como cualquier otro objeto bello, destinado a ser visto y admirado, sino que va mucho más allá. 

Se trata de un elegantísimo objeto vibrador cuyos delicados relieves en forma de pétalos proporcionan las sensaciones más embriagantes, y cuyo estilizado diseño permite lograr una estimulación del punto G más prolongada e intensa. 

Los dos dispositivos vibradores independientes de IRIS, situados en la base y el extremo de su tallo, transmiten una vibración profunda y resonante, de intensidad regulable y capaz de regalar pura delicia en cualquiera de sus cinco modos de estimulación. A ello hay que añadir su mayor tamaño, promesa de experiencias sensuales de absoluta plenitud. 

En definitiva, IRIS es la elección ideal, más completa y sofisticada para aquellos que desean florecer desde dentro, aventurándose a través de sus más íntimos deseos hasta que su sensualidad conquiste nuevas cimas de dicha. 

Como ocurre con todos los objetos de placer LELO, IRIS está diseñado para proporcionar un intenso gozo físico y una absoluta paz espiritual en cualquier situación y bajo cualquier circunstancia. 

Fabricado con plástico PC-ABS/ silicona aprobados por la FDA y libres de ftalato, IRIS proporciona 4 horas de vibraciones prácticamente silenciosas tras un tiempo de carga de apenas 2 horas. 

La velocidad y la intensidad se regulan fácilmente mediante un intuitivo disco de control, y ambas funciones pueden bloquearse completamente para garantizar un discreto transporte del objeto en todo momento. 

Asimismo, IRIS se presenta en una elegante caja de regalo que contiene una lujosa bolsita de satén para guardarlo, además de un cargador, el manual de usuario y la garantía completa LELO de 1 año. 

Tamaño: 22 x 4 x 3,5 cm.

Lo probamos...
En la cama completamente desnuda, me dispongo a poner a prueba esta prometedora maravilla. Usaré un lubricante a base de agua aunque su suavidad de tacto es espléndida. Lo pongo en marcha con la velocidad más baja y el primero de los programas y lo acerco a mi sexo. Sus suaves vibraciones ofrecen un delicioso cosquilleo que te pone las pilas nada más entrar en contacto con mi sexo. Rápidamente ese cosquilleo se acelera  empiezan a llegar las primeras oleadas de placer intenso y entonces se apetece darle más potencia al juguetito y responde a la perfección mientras se pasea sobre los labios y el clítoris. 
 Llegado el memento se apetece introducir esos 16 cm de suavidad y esos 4 cm de grueso en mi interior y es entonces cuando se agradecen los dos motores que incorpora el Iris. 
 Uno masajea el punto G mientras el otro vibra con profusión sobre los labios y el clítoris, llenando el cuerpo de un placer indescriptible. 


 Y no quieres que se acabe nunca, el placer va en aumento y se sostiene en el tiempo y el orgasmo está cerca, pero no quieres que llegue, hasta que finalmente y exhausta de tanto placer lo sientes llegar poderoso, intenso y sobre todo muy largo y las vibraciones del lelo lo prolongan más si cabe e incluso una vez acabado sigues acariciándote en busca de un segundo y quizás más orgasmos.
En definitiva uno de los mejores vibradores que he probado nunca y que recomiendo tanto a principiantes como a usuarias expertas.

Valoración: 9 sobre 10


domingo, 13 de enero de 2013

Todo sobre el punto G


El punto G, es sin duda una incógnita para muchas mujeres que no saben encontrarlo y cuyas parejas también lo desconocen. Pero, ¿Por qué privarnos de este placer que está al alcance de todas? Está claro que es imposible dibujar un mapa preciso y adaptable a todas las mujeres, porque cada una es un mundo diferente y la anatomía femenina tiene sus diferencias… Pero ¡No es imposible!, existen técnicas muy eficaces para la búsqueda del “Santo grial”…


Es importante para el éxito, que la mujer vaya indicando a su pareja, lo que va sintiendo sin pretender que lo adivine. La zona en cuestión tiene una textura áspera o estriada (que se diferencia de la superficie suave y lisa del resto de la vagina), y al ser estimulada aumenta de volumen.

Algunas técnicas para hacer más fácil esa búsqueda son:

1.   Explorar la vagina con los dedos índice y medio puestos en forma de “J”, comenzando por la pared frontal (la más cercana al hueso de la pelvis) y moviendo el dedo en la clásica frase de “ven aquí”.
2.   Otra es mediante vibradores y juguetes sexuales.
3.   Y la última es mediante las posturas sexuales adecuadas para una mejor estimulación de la zona en concreto.

 La estimulación:

El mejor momento para encontrar tu Punto G es una vez que estás excitada (con el clítoris erecto, la vulva cargada de sangre y la vagina lubricada), en este momento ya seas tú o tu pareja debéis perseverar en la estimulación de la zona durante algunos minutos, puesto que no se empieza a sentir placer hasta que no pasa un periodo de tiempo.
 Posturas sexuales adecuadas para encontrar el Punto G:
Si aún no lo has encontrado no temas, esto no quiere decir que no lo tengas, por el contrario, seguramente es que no han sabido buscarlo correctamente.
Si se trata de relaciones heterosexuales con penetración genital, la postura del “perrito” es la más adecuada, ya que permite al pene del hombre un mejor acceso a la pared frontal de la vagina, donde se encuentra el punto G.
En general, son validas aquellas posturas en las que la mujer está encima del hombre o es penetrada por detrás. Veamos algunas de ellas:
    


Descubre los vibradores...


Los Vibradores: Un placer supremo



¿Sabes lo que son los vibradores pero nunca has probado ninguno? ¿Tus amigas hablan de las ventajas de los suyos y te mueres de curiosidad? No esperes más y elige el que más te guste. Te proponemos unos especialmente indicados para principiantes  
      

Aunque parezca que el tema de los juguetes sexuales ha dejado de ser tabú desde hace tiempo y que más o menos todo el mundo conoce lo que son y de qué van, hay gente que nunca los ha probado y que de hecho, no sabría cuál escoger en el caso de que se decidiese.
Para empezar, lo más recomendable es escoger un vibrador no demasiado complicado, anatómico, de textura suave y manejable. Aunque de entrada te llame la atención el más colorido de la tienda, el que trae más accesorios y las estrías más marcadas, quizás sea demasiado agresivo para la primera vez. Mejor empiezas por uno suave y más adelante vas subiendo intensidad.
También puedes optar por otros juguetes que no sean exactamente el clásico vibrador, como por ejemplo unos capuchones para el dedo estimuladores de clítoris o unas balas vibradoras. Hay un mundo de posibilidades...
A continuación te ofrecemos una selección de juguetes vibradores para principiantes... ¡Escoge el que más te guste!
Y recuerda que puedes usarlo también con tu pareja y disfrutar los dos del placer que proporcionan.

Funky Viberette color violeta es un estimulador de clítoris de reducido tamaño, perfecto para llevar de viaje de forma super discreta.

Este producto está diseñado para estimular, sensibilizar y proporcionar el aumento de las sensaciones en la mujer en cada momento, a primera vista es un vibrador práctico fácil de llevar, pero su motor potente y silencioso le otorga grandes prestaciones, su resistencia al agua y su tacto suave lo hacen diferente 

Características principales:
- Largo: 10 cm.
- Diámetro: 3 cm.
- Multivelocidad.
- Material: ABS.
- Sumergible.
- Funciona con una pila tipo AA



Pequeño vibrador estimulador de 6 cm color lila, en la base de aluminio incorpora un potente y silencioso vibrador para tus momentos de placer. Pequeño, mini, pero grandioso por las opciones de placer que vas a disfrutar.

Mini Vibrador con un maravilloso tacto sedoso, su suave punta cónica te hará experimentar nuevas sensaciones en tus masturbaciones y relaciones sexuales.
Un perfecto compañero de viaje, es resistente al agua, por lo que lo podrás utilizar también en la ducha.

Funciona con 1 pila R6/AA.
Las medidas del vibrador es de 6 cm.
Es recomendable utilizar lubricantes con los juguetes eróticos, al terminar de usarlos quitar las pilas y lavarlos con agua tibia y algún jabón suave; dejar secar bien, así lo tendrás en perfectas condiciones de uso para su próxima utilización.


Es una bala vibradora de reducido tamaño, perfecta para llevar de viaje, en casa, en la cama, en la ducha, disfruta de sus amplias posibilidades y descubre nuevas sensaciones en tu vida sexual. Una bala vibradora con tres programas diferentes de vibración, para ofrecer una diversión agradable y inesperada.

Desliza ente vibrador bala también por el cuerpo de tu pareja y descubrirás un mundo de nuevas experiencias y sensaciones.

Vibrador bala sumergible con 3 vibraciones distintas que se controla con un sólo botón. Este elegante y potente vibrador tipo bala sabe estimular todos los puntos erógenos de tu cuerpo con precisión. Al ser tan discreta, la puedes llevar en tu bolso y nadie salvo tú sabrán que transportas tanto placer de una forma tan cómoda y en tan reducido espacio.

Es resistente al agua, por lo que podrás utilizarla también en la ducha.

Esta bala vibradora es muy potente y silenciosa.

Funciona con tres pilas LR44 que vienen incluidas con tu pedido.

Medidas: 5,5 cm de largo y 1,5 cm de diámetro.

Es recomendable utilizar lubricantes con los juguetes eróticos, al terminar de usarlos quitar las pilas y lavarlos con agua tibia y algún jabón neutro; dejar secar bien, así lo tendrás en perfectas condiciones de uso para su próxima utilización.










Romper el Silencio



La noche era fría, y además, nos pilló la lluvia, estábamos empapados, me llevaste a casa, ¡sorpresa! no había luz y decidiste llevarme a la tuya. Buena elección, hacía calor dentro, pues habías atizado mucho la estufa al irte y yo estaba empapada y necesitaba quitarme esa ropa.

Me ofreciste tu pijama, me quité la blusa acompañado del sujetador en el baño, mientras observé, que mirabas a un espejo en el cual, se me veía reflejada, pero no dije nada. Al contrario, bajé mi pantalón de una manera más delicada, dejando al descubierto mi pompis, pues solo lo cubría un pequeño tanga negro.

Mi cuerpo casi desnudo, era observado, me puse tu camisa de pijama, la cual me quedaba grande, pero subí las mangas, aunque la abertura de los botones me quedaba baja, haciéndose ver al moverme, la redondez de mi pecho.

Salí de allí, tu disimulaste,-¿qué tal?- fue tu pregunta entrecortada.
-Bien, aunque tengo un poco de frió, ¿sabes?-.
-Deberías darte una ducha caliente-.
-Sí, tal vez, pero no quiero darte molestias, para nada-

Entré de nuevo en el baño, quedó la puerta entreabierta y observando de nuevo tu mirada, quité botón a botón, dejando caer el pijama al suelo, quedando de nuevo el tanga sólo. Lo agarré, y moviendo despacio mis caderas lo dejé caer al suelo. Ahora me veías desnuda, un cuerpo menudo, delicado, solo, un hilito de bello en el pubis rompía el color de la piel. Entré en la ducha, caía el agua por mi cara, recorriendo ahora todo mi cuerpo. Mis manos llenas de jabón acariciaban mis pechos que eran pequeños, pero de una redondez envidiable. Seguía bajando mis manos por mis caderas, mis muslos, de nuevo subí, ahora mis dedos invadían mi entrepierna, enjabonando mi sexo. Miré hacia arriba y deje caer el agua por encima, llevándose todo el jabón y de nuevo se quedó al descubierto el color de mi piel, y el fino hilillo de mi vello.

Sequé mi cuerpo, notando tu presencia en cada momento, no decías nada, solo observabas, en tu ignorancia de que también eras observado.
Esta vez, solo cubrí mi cuerpo con la camisa, dejando mi sexo al aire.
-Ya estoy te dije.

Me mirabas con ojos dulces, y a la misma vez con deseo. Me diste una copa, pero no me acompañaste, pues esta vez te tocaba a ti la ducha.
Pasé al salón y me acomodé en el suelo, rodeada de unos cojines que había al lado de la chimenea. Pronto, sentí calor, ese calor dulce del fuego
que hace sentir algo especial en la piel.

No había pasado mucho, cuando de pronto, sentí una brisa de aire en mi cuello, eras tú, soplándome con delicadeza, giré mi cuello y sentí tu respiración, pero de pronto, ya te habías sentado a mi lado y habías agitado mi corazón, que todavía latía con rapidez.
Empezaste una conversación un poco tonta para el momento, pero fue para romper esa magia que parecía que tú no querías.

Me levanté, cogí un tronco y lo puse en el fuego y fui a sentarme, pero esta vez lo hice enfrente de la hoguera, enfrente de ti también. La luz aumentó, cuando el tronco prendió fuerte, dejando mi sexo al descubierto, pues mi manera particular de sentarme, hizo que así sucediera,

Te miré a los ojos, sintiendo que ellos me observaban a mí, y fue cuando me acordé de lo que podrías estar viendo, cuando una sonrisa salió de mis labios,
al mismo tiempo que una vergüenza picarona me hizo tapar mi cara. Y entonces sentí que estabas a mi lado, separaste las manos de mi cara,
y un dulce beso posaste en mis labios. Sentí tu calor, tu humedad, tu dulzura, no me pude resistir y también te besé.

Acariciaste mi cara, sentía como tus manos bajaban por mi cuello, acompañada ahora por tus besos, estremecías mi cuerpo.
Con suavidad, desabrochabas botón a botón y dejaste caer la prenda, dejando al descubierto mi cuerpo. Observabas mis pechos, mi tripa hasta mi ombligo y
al tumbarme hacia atrás, la luz de la hoguera se reflejaba en mí con un color anaranjado. Té miré, estabas de pie, y con una sonrisa en mi cara comprendiste que te pedía que te quitaras el vaquero, que tan bien marcaba tu figura.

Desnudos los dos, nuestros cuerpos calientes, te pedí que te tumbaras y empecé besando tu boca, tu oreja, me encantó tu oreja, me gustaba lamerla, buscar sus rincones, pero rápido, bajé a tu pecho, tu ombligo, y me gustó sentir el bello de tu sexo, rozándome la barbilla. Tu pene estaba muy erecto, lo miré y no pude resistir pasar mi lengua de abajo a arriba, con suavidad, sintiendo su movimiento te placer. Busqué todos sus rincones con mi lengua, hasta el desear meterla en mi boca. Apreté mis labios, la acariciaba con mis manos, era un deseo inmenso comérmela.

Tu mano en mi cabeza me dijo que parara, te miré y comprendí, que tú querías hacer lo mismo conmigo.
Tus labios lamían mis pechos, sentía como tus dientes jugaban con mis pezones, pero buscabas más, hasta que llegaste a mi sexo y tu lengua invadía todo mi interior, jugaba entre mis labios, era un placer inmenso. Al mismo tiempo, sentía tus dedos dentro y era tanto el placer, que te pedí que lo dejaras.

Me subí encima de ti, cuerpo a cuerpo, era tanta mi humedad y tanta tu erección, que nos hicimos uno. Tu pene invadía mi interior, sentada encima con ella dentro, empecé a mover mis caderas, con suavidad, pero a un ritmo cada vez mayor. Tus manos en mis pechos me gustaba mucho, pero te pedí cambiar de postura y agarrada a la ventana, con mi sexo súper húmedo, como una gata en celo, sentí tu penetración y con mis movimientos y los tuyos, un placer enorme invadió nuestros cuerpos haciéndonos estallar al unisonó, ese placer que rompió el silencio.

Pilar

Descubre su perineo



Un punto erógeno por descubrir:
Entre sus testículos y su ano, se encuentra la zona más erógena de los hombres, una meseta que puede hacerles vibrar de placer, si sabes estimularla adecuadamente. 


Casi ningún hombre es capaz de resistirse al contacto con esa zona, y menos cuando es acariciada con la boca o la lengua. 
Puedes empezar con un suave masaje con uno o dos dedos húmedos o con aceite, sobre todo para localizar bien la zona y comprobar cómo responde él a tus caricias. Desliza los dedos, presiona un poco para comprobar qué ocurre, acaricia sus testículos… El estado de su pene y la intensidad de sus gemidos te lo dirán todo. Después atrévete con la lengua y la boca.




Pese a ser uno de los puntos erógenos más importantes en un hombre, muchas veces ni ellos mismos lo saben y menos aún sus parejas. No os lo perdáis. Acariciarle el perineo mientras le practicas una felación o una masturbación le hará multiplicar el placer y las sensaciones orgásmicas. 

10 consejos sexuales para ser una mujer más atrevida




La vida es un proyecto, nuestra vida íntima también lo es, necesita tener propósitos y metas. Siempre es necesario dar algunos empujoncitos para recuperar el deseo y la pasión en las relaciones sexuales. Es hora de ser una mujer un poco más atrevida para acabar con la rutina y conquistar nuevas fronteras en el sexo. Aquí van 10 consejos muy calentitos para volver a tener momentos inolvidables con tu pareja.


 
1. Olvídate del cansancio y el estrés
Los peores enemigos del sexo son el estrés, las responsabilidades, la falta de sueño y el cansancio. Y las mujeres sufrimos todos estos problemas con mucha frecuencia. No olvides que el sexo es uno de los mejores relajantes naturales. Si gastas tanta energía en el trabajo, ¿por qué no hacer un pequeño esfuerzo más para tener un bonito momento sexual? Todos los días y a cualquier edad, estamos a tiempo de despertar el erotismo, no dejes que tu vida sea como la de una robot que solo trabaja y duerme. No es porque llevas años con tu pareja que dejas de ser mujer con deseos y atractiva. No hace falta tener unas medidas de modelo para despertar la pasión de tu pareja. Refuerza tu autoestima, eso te hará más receptiva al sexo. Prueba alguno de los tratamientos de belleza o un masaje. Y repítete a ti misma: ¡Soy sensual!
    
2. Toma la iniciativa en el sexo
Demostrar tus deseos es la mejor manera de calentar los deseos de tu pareja. La rutina siempre nos hace inventar una disculpa tipo "mejor mañana". Sorprende a tu hombre con un actitud especial, un cariño íntimo cuando menos lo espera. Toma la iniciativa, reforzará tu imagen de amante ante los ojos de tu compañero. Por ejemplo, dile que pare el coche cuando vayas de viaje y pídele que te haga el amor, agárrale en el baño  mientras se ducha. Dile que vaya a la habitación para ayudarte con las sabanas y cuando entre, lánzate encima y haced el amor. No limites tus deseos sexuales, es hora de cometer pequeñas  locuras de amor.
        
3. Hacer el amor más veces
Viejos tiempos aquellos, sexo en el coche, en casa, en la playa, de noche, de día… ¿Y porque no aumentar ahora la frecuencia de tus relaciones sexuales? Recupera tu espíritu sexual de cuando eras joven y sorprende a tu compañero renovando tu apetito sexual. No es pecado decir ¡Quiero más sexo!. No estás muerta.
     
4. Cumple los deseos sexuales de tu pareja
¿Hay algún deseo sexual que tu compañero te haya pedido muchas veces o que tú creas que tiene y no has querido hacerlo? ¿Por ejemplo, masturbarte para él o hacer un 69, usar vibradores, sexo anal ? Piénsalo mejor, no te dejes frenar por la vergüenza o ciertos prejuicios, si te apetece, adelante.

5. Confiesa tus fantasías sexuales
Acércate al oído y confiesa a tu amante tus fantasías sexuales, seguro que con un poco de seducción él estará listo para hacerlas realidad. Envíale e-mails picantes. Chatea con él y pídele citas y dile lo que vas a hacerle y lo que quieres que te haga. Lo fácil y divertido que es cumplir deseos en la cama. 
       
6. Se una mujer que piensa en sexo
Pensar en sexo te hará desear tener más relaciones sexuales. La imaginación es libre para soñar con situaciones sexuales maravillosas. Es bueno también recordar grandes momentos de amor. Si lo deseas, no te cortes y mastúrbate a solas. Al contrario de lo que muchas piensan, eso te hará tener más deseo de sexo con tu compañero. De hecho es una de las causas de que ellos tengan más ganas de sexo, pues suelen masturbarse con frecuencia.. Si tu libido ha disminuido, impúlsala, imaginando nuevas situaciones, mirad películas eróticas, lee libros eróticos....Es buena cosa que releas nuestros artículos a menudo para mantener vivo el deseo.
   
7. No hagas el amor siempre de la misma manera
Utiliza la información sobre el sexo que te brindamos y encontrarás muchas posturas diferentes para tener relaciones sexuales. Posturas, técnicas, trucos nuevos van a mejorar tu vida sexual. Hacer lo mismo todos los días, aunque te guste mucho,  es muy aburrido.  

8. Dos orgasmos es mejor que uno
Tener un orgasmo es mucho más fácil de lo que imaginas. El cuerpo femenino está bendecido y preparado para ser multi-orgásmico. Es sólo cuestión de práctica: cuando llegues a los clímax, no pares, sigue estimulándote, tal vez descubras que eres una súper mujer multi-orgásmica .Aprovecha el sexo oral o la masturbación para tener un primer orgasmo.
       
9. Cómprate juguetes sexuales
Los juguetes sexuales son muy divertidos y son un arma muy recomendable para reactivar tu vida sexual y alcanzar cotas más altas de placer. Olvídate de prejuicios, dos personas adultas tienen el derecho de disfrutar más de sus relaciones sexuales. Visita un sex shop con tu pareja, o visita uno online, hay cosas muy apetecibles tanto para él como para ti. Volverás de la compra muy animada.
          
10. Paseos y viajes sexuales
Una escapada sorprendente para estar solos es muy afrodisíaca ¿Cuándo has estado sola con tu pareja en un lugar idílico por última vez? Prepara un pequeño viaje donde el primero objetivo sea el sexo, y el segundo objetivo sea sexo, el tercero también. Elije un buen hotel, con jacuzzi en la habitación y enciérrate con tu amado para hacer el amor. Aunque sea un par de días. Sin hijos, sin prisas, sólo los dos y vuestros cuerpos.. 

El Sueño



Aquella tarde había discutido con mi hermana, y en el trabajo estuve como ausente e irritada debido a la poca profesionalidad que hacía tiempo detectaba en el ambiente. Me dolía la cabeza y nada más llegar a casa decidí tomarme un baño relajante y un somnífero que usaba esporádicamente cuando estaba muy agotada o estresada. Mi pareja se ocupó de nuestra hija, y me fui directa a la cama para intentar recuperarme de mi agotamiento mental y físico. No tarde ni cinco minutos en caer en un sueño profundo y espeso que me invadió por completo dejándome exhausta. 

Mi cuerpo se encontraba inmóvil en la cama, cuando creí percibir la presencia de Peter, acercándose para darme un beso en la frente y acostarse a mi lado mientras me abrazaba. Pasó un buen rato, aunque no sabría decir si fueron minutos o horas, cuando mi mente calenturienta se puso en marcha y empecé a soñar. Estaba tumbada, tomando el sol en una playa desierta, cuando una sombra alargada se interpuso entre los rayos del sol y mi cuerpo desnudo. No me molesté en abrir los ojos pues sabía que Peter era la única persona que compartía tan idílico lugar conmigo. Sentí que se arrodillaba en la arena y una suave brisa que provenía de sus labios revoloteaba sobre mis pies y seguía el camino trazado por mis largas piernas. Mi piel caliente se estremeció por un momento y sentí que mi corazón se agitaba nervioso. Siguió recorriendo mi ombligo, alrededor de mis pechos y cuando se detuvo por unos segundos sobre los pezones, éstos se hincharon y endurecieron enviando señales hacia mi sexo, que sintió una oleada de placer en su interior. Mi cuello, la cara y los labios fueron el siguiente destino de la suave brisa, y cuando sus labios se acercaron a mis oídos, creí reconocer un susurro que decía-¿duermes, cielo?
Quería decirle que no pero mi voz se ahogaba en mi garganta y no podía articular sonido alguno.

En pocos instantes, la suave brisa fue sustituida por sus dedos suaves y habilidosos, que conocían a la perfección cada curva, cada rincón de mi anatomía. Me acariciaron dulcemente la espalda, la nuca y deslizándose amablemente por mis hombros se dirigían inquietos hacia mis pechos y los amasaron con ganas mientras yo gemía en mi interior y deseaba que los apretara con fuerza, que los amasara como si de una hogaza de pan se tratara. 
Los pezones estaban duros como una roca y sus hábiles yemas los pellizcaban con maestría haciendo vibrar todo mi ser. Mi coño estaba húmedo, lo sentía entre mis piernas y deseaba ser tocado, comido, penetrado… la espera fue larga y desesperante y seguía sin poder expresar a gritos mis deseos más íntimos y apenas si podía moverme.
Peter, finalmente, decidió investigar nuevos territorios y sus dedos se colaron entre mis piernas y se decidió por fin a acariciar mi sexo sobre la fina tela del bañador. Me estremecí de gusto al notar el contacto de sus manos en mi monte de Venus y mi coño palpitaba chorreante deseoso de un contacto más directo.

Tras un buen rato de caricias suaves y tiernas, sus dedos se colaron pícaros por el interior del slip y pude notar el contacto tan esperado con mi coño, que chorreaba derretido de placer. Mis piernas se abrieron instintivamente dejando que los nerviosos dedos de Peter se deslizaran a sus anchas en mi entrepierna. Mi mente nublada, solo podía ser capaz de sentir esa mágica sensación de placer que invadía mis sentidos y embotaba mis manos, mis, piernas, mi voz. Pude notar como con sus manos firmes deslizaba mi bikini por las piernas, dejando al descubierto la pelambrera rizada y los labios húmedos y excitados abiertos a pública exposición. La boca húmeda de Peter lamía con ganas los dedos de los pies para seguir el recorrido con su lengua voraz hacia el destino soñado. Sentí los labios hinchados lamer con ganas, su lengua experta recorrer cada pliegue de mi coño que palpitaba de placer. Dibujaba una y otra vez mil figuras imaginarias, se posaba sobre el clítoris hinchado que había escapado de su prisión para decir lo que mi voz no podía. Que deseaba ser chupado, lamido, estrujado en aquella boca caliente y deseada. La lengua hábil se deslizaba una y otra vez de extremo a extremo. Ahora se entretenía en el clítoris o descendía hacia la entrada del ano y me hacía sentir sensaciones increíbles y explosivas. Mientras su boca experta me enloquecía de placer, sus manos amasaban mis pechos y sus dedos pellizcaban los duros pezones proporcionándome un mar de sensaciones fácilmente explicables.
Un barullo de sensaciones se atropelló en mi interior, y sentía que iba a explotar de un momento a otro. Agarré su cabeza con fuerza entre mis piernas y gemía con fuerza en mi interior mientras un brutal orgasmo se apoderaba de mi. -Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh , me muero de gusto cariño-, gritaba en silencio en mi interior. Fue tan intensa la sensación que unos pequeños gemidos, afloraron finalmente de mi garganta y llegaron a oídos de Peter mientras se deleitaba con el chorreón de flujos que brotaban de mis entrañas.
Exhausta, pero feliz, me quedé tumbada inmóvil mientras Peter me abrazaba y me susurraba al oído que me quería.

No recuerdo cuando tiempo estuve durmiendo pero me desperté despacio y al abrir los ojos me di cuenta de que toda había sido un sueño. Estaba en mi cama y ya no lucía el sol tórrido, ni la suave brisa del mar. Peter dormía tranquilo a mi lado y esbozaba una dulce sonrisa en sus labios. Por un momento pensé si me habría oído gemir en mi sueño, y que se le habría pasado por la cabeza de ser así. 
Decidida a levantarme para darme una ducha, descubrí mis braguitas, que siempre uso para dormir, al pie de la cama y aún un poco aturdida me acerqué a Peter para darle un beso de buenos días. Sus manos, su boca, su piel estaban impregnados del inconfundible aroma que desprendía mi sexo excitado. Su pene flácido reposaba entre sus manos y algún que otro resto semen delataba una solitaria masturbación con orgasmo incluido.
No estaba la playa, ni el tórrido sol, pero entonces entendí que mi sueño había sido más real de lo que yo creía. 

sábado, 12 de enero de 2013

La Masturbación en Pareja



 Observarse durante la masturbación es la forma ideal de aprender lo que al otro le gusta, pero también es una forma de sentirse cómodos. No siempre tiene uno ganas de tener una relación sexual, pero seguro que siempre está uno dispuesto a contemplar el placer del otro. 
Lo primero en cualquier nueva experimentación, es preparar el ambiente, un lugar cómodo y relajado, la luz adecuada y la seguridad de que nadie os va a interrumpir son imprescindibles para que os sintáis seguros.
 Tomad una ducha o un baño juntos, si eso os agrada, podéis poner a mano algo de beber fresco o algún picoteo. Luego acariciaos el uno al otro despacio, poniendo en ello todo el deseo y toda la ternura de la que sois capaces. 

Cuando el mirón es él...
Para muchas mujeres masturbarse delante de alguien puede ser una experiencia al principio un poco complicada, ya que, suelen sentirse cohibidas y les cuesta mucho relajarse delante de cualquiera, aunque ese cualquiera sea su compañero. Lo mejor es empezar abrazándola, proponiéndola que se masturbe con poca luz o casi a oscuras mientras tú la sigues acariciando. Poco a poco y después de varias sesiones ve aumentando la cantidad de luz y cuando la notes lo suficientemente excitada como para desconectar de su entorno obsérvala con atención procurando fijarte en:






  • La postura que adopta. 
  • Donde coloca sus manos.
  • Donde coloca sus dedos para estimularse, ya sea en el clítoris o en la vagina. 
  • Como lo hace, la presión que ejerce sobre sus genitales o el tipo de movimientos que realiza (estos dos factores suelen variar a medida que sube la excitación) 
  • Si se introduce o no los dedos en la vagina. 
  • Si acostumbra a parar y recomenzar o lo hace todo seguido. 
  •   
  • Los cambios que se producen en su cara, pecho, clítoris y piel. 
  • Si gime o grita. 
  • Si agita la cintura, las piernas, los brazos o la cabeza. 
  • Como se relaja.
  • Concluida la experiencia abrázala y bésala con cariño y agradecimiento por el espectáculo tan maravilloso que te ha ofrecido.


La mayoría de los hombres se sienten muy excitados cuando observan la excitación de su pareja, quizás porque de este modo descubren que están   con una mujer apasionada y ardiente. 
Cuando la que mira es ella...
Observarle a él mientras se masturba te hará aprender muchas cosas que posiblemente ignoras de la sexualidad masculina. A lo mejor él necesita verte y tocarte antes de sentirse lo suficientemente excitado como para masturbarse delante de ti. La mayoría de los hombres no suelen tener vergüenza por mostrarse, pero si fuera así, las recomendaciones del párrafo anterior también valen para este .Ahora él se está acariciando, observa atentamente estos puntos






  • La posición exacta de su mano. 
  • La presión que hace sobre el pene. 
  • El tipo de movimiento. 
  • Los cambios que se producen en pene, escroto y testículos. 
  • Otros cambios como respiración, expresión facial, contracciones musculares, sudoración... 
  • Si además del pene estimula otras zonas de su cuerpo. 
  • La secreción pre eyaculatoria. 
  • El momento en el que para la estimulación. 
  • Los cambios que tienen lugar después del orgasmo. 


Esta experiencia también podéis hacerla masturbándose los dos a la vez lo cual la hace más excitante al disfrutar por partida doble; viendo como lo hace tu pareja y a la vez proporcionándote a ti mismo todo el placer de que eres capaz.
La masturbación a cuatro manos es una de las experiencias más enriquecedoras de la vida sexual de una pareja. 

Masturbación a cuatro manos
 . Cuando estés perfectamente familiarizado con la experiencia, podéis empezar a experimentar con la masturbación a cuatro manos. Nadie es capaz de saber algo por arte de birlibirloque, para hacer una cosa bien antes hay que practicar y esperar que no salga bien a la primera.


Como no hay dos personas que se masturban de la misma manera, “el maestro” debe enseñar “al alumno” lo que este no sabe. La observación directa es una buena fuente de aprendizaje pero no solo. Asegúrate, pues, de dar instrucciones prácticas y concretas, no te pierdas en generalizaciones. 

Pon sus dedos o sus manos donde tú quieres tenerlos y en ningún momento te sientas avergonzado por enseñar o aprender algo, al igual que no te cortes y di con claridad lo que no te gusta. Cuando las “clases” hayan terminado, ha llegado el momento de poner en práctica todo los que has aprendido, sé generoso/a. Busca la postura que más cómoda resulte y aspira a darle el máximo placer a tu compañero/a en la seguridad que él o ella está pensando lo mismo.

La masturbación a cuatro manos es una de las experiencias más enriquecedoras de la vida sexual de una pareja. ¡Ah! Se me olvidaba, si no conseguís el orgasmo simultáneo, no hay porqué preocuparse, cada uno tiene su tiempo y su ritmo, pero lo que tampoco sería justo es que después de tu satisfacción le dejes al otro a medias. Es bueno que cada uno sea testigo y dueño del orgasmo del otro. No olvides que el orgasmo es una experiencia solitaria y lo bueno es compartir un “después” satisfecho y feliz. No obstante, recuerda que puedes experimentar con caricias nuevas durante la primera fase de la excitación pero después es mejor limitarse a lo conocido. La mayoría de las personas no son partidarias de las sorpresas en la fase final cuando están a punto de alcanzar el orgasmo, prefieren que las cosas se hagan exactamente como se han hecho en anteriores ocasiones.

Disfruta con tu pareja observándoos mutuamente y aprende del otro todo lo que puedas.