El imitador es un juego sexual y una forma de realizar la actividad sexual: básicamente consiste en copiar los movimientos y actitudes de tu pareja al practicar el sexo. Pero vamos a proponer hacerlo por sorpresa, sin decirle nada a nuestra pareja, para que no pueda cambiar su comportamiento.
Sin decirle nada a nuestra pareja, esperamos a que vayamos a hacer el amor con las siguientes características:
• Con calma y tranquilidad: que tengamos tiempo, que estemos descansados, que veamos que nuestra pareja está relajada…
• Que nuestra pareja tenga la voz cantante, que esté claro que quiere llevar la iniciativa
Si no se dan estas condiciones, podemos ayudar: “quiero hacerlo muy despacito, con muchos previos”, “me parece que te toca a ti ser el que decide”…
Segundo: a copiar
Así que empezamos a hacer el amor, y empezamos a copiar cada movimiento que nos haga nuestra pareja:
• Si nos acaricia la cara, le acariciamos la suya
• Si nos besa el trasero, a continuación le besamos el suyo
• Si es muy enérgico, nosotros también
• Etc
Hay que hacerlo con cuidado, sin que sea muy obvio, para que no se dé cuenta.
Por eso esta actividad es tan interesante: nos deja ver claramente qué es lo que le apetece en cada momento. De esta forma vamos a ir conociendo la sexualidad de nuestra pareja, sus límites y apetencias. Y evidentemente nos ayudará a probar cosas nuevas: si queremos probar algo no tenemos más que empezar a hacérselo a nuestra pareja, y si no nos gusta, lo dejamos rápidamente.