jueves, 20 de junio de 2013

Juegos de Sexo: Mirar pero no tocar



En esta práctica la mujer deberá invitar a su pareja a una cita, con fecha y hora, lo cual supondrá el primer aliciente de suspense para el hombre. Será conveniente preparar un ambiente relajado con música de fondo, una copa de cava bien frío y una iluminación tenue que nos permita contemplar a nuestra pareja pero a la vez con intimidad. El lugar elegido puede ser la habitación, el salón con el sofá o cualquier estancia agradable de la casa y las luces de unas velas lo más indicado.
La mujer se vestirá con ropa interior muy sensual debajo de su ropa habitual o del pijama, para que el hombre no sospeche nada.
Invitaremos a nuestra pareja a que se tumbe en el sofá o en la cama, cómodamente y le explicaremos que las normas son las siguientes: No está permitido ni tocar ni ser tocado. Solo vale mirar.
La mujer se pondrá delante de su pareja y empezará a acariciarse su pelo, su cara, sus brazos, sus piernas con lo que empezará a excitar al hombre. Poco a poco dirigirá sus caricias hacia sus pechos, donde se entretendrá y luego irá despojándose de su ropa hasta descubrir su sensual ropa interior. Seguirá acariciándose siempre por encima del sujetador y del slip o tanga.

             
En este punto el hombre habrá alcanzado un alto grado de excitación, lo cual llenará de satisfacción a la mujer que lo ha provocado. Es el momento de empezar a acariciar los pechos en el interior del sujetador, para después deshacerse de él y mostrar a tu pareja como disfrutas acariciándolos. El hombre tendrá muchas ganas de tocarte pero debes impedírselo a toda costa pues en ello radica el éxito de la velada.
Seguramente tu pareja se estará acariciando su pene erecto
y debes animarle a que se quite su ropa y te muestre como lo hace. Tú debes empezar a acariciar también tu sexo húmedo y deshacerte de las braguitas para ofrecer a tu hombre un espectáculo inolvidable.


Abandónate totalmente mientras acaricias tu clítoris y gimes de gozo. Los dos, disfrutareis viendo al otro masturbarse y gemir de placer conjuntamente. Acelerareis los dos el ritmo según deseéis, hasta llegar a un orgasmo conjunto que os llenará de un enorme placer a los dos.

Ahora ya podréis abrazaros y sentir el contacto del cuerpo satisfecho de la pareja. Si os apetece podéis seguir disfrutando del sexo sin limitaciones o dormiros juntos abrazados y agradecidos el uno del otro por un espectáculo tan sensual.
En un primer, momento podemos pensar que no somos capaces de demostrar nuestros deseos a nuestra pareja por vergüenza o pudor, pero te aseguro que tu pareja masculina se sentirá muy feliz y agradecido y conseguirás estar mucho más cerca emocionalmente, de él. Al fin y al cabo si no te expresas con total intimidad con él, con quién lo vas a hacer? Libera tu mente y tu cuerpo y sé feliz

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