Sexo Anal: Primeros Pasos (IV)

4.- Ya has probado las bondades del sexo anal en diferentes modalidades y ya estás preparada para el paso definitivo. La penetración anal con tu pareja.

Todo debe ser muy relajado y sin prisas. Hay que calentarse bien con juegos previos y aplicando alguna de las prácticas anteriormente explicadas en la zona anal para ir relajando la musculatura de la zona. Una buena postura para empezar es acostada de lado con tu marido por detrás. Debes tener el culo bien lubricado y el pene de tu marido también. Os abrazáis con pasión, y mientras te acaricias el clítoris con la mano, acercas el pene a tu ano y con movimientos suaves lo vas introduciendo despacio buscando las sensaciones más placenteras. Conforme vayas estando más excitada, el ano se irá relajando y te apetecerá introducirla un poco más. Controla tú la profundidad de penetración para sentirte cómoda y disfruta de la situación.

 
No debes preocuparte si las primeras veces no hacéis una penetración completa ya que lo importante es sentirse a gusto y disfrutar de un placer nuevo y muy intenso. En siguientes ocasiones es probable que desees ir más allá para darte un placer aún mayor.
Recordad de no introducir el pene ni en la boca ni en la vagina después de una sesión anal.
 Si no habéis llegado al orgasmo, acabad con una masturbación mutua.

Las mejores posturas para el sexo anal son el perrito, o el misionero con las piernas levantadas y un cojín debajo el culo, la cabalgadura inversa así como la postura lateral anteriormente citada.

 
Ahora ya has probado una de las formas más excitantes y placenteras que te ofrece el sexo en pareja y probablemente ya no quieras perdértela nunca más. Con el tiempo y la práctica irás descubriendo nuevas sensaciones al igual que tu pareja.
Pero eso lo hablaremos más adelante con un especial de sexo anal avanzado. Ahora es momento de disfrutar de las nuevas y recién descubiertas experiencias anales.